Retomamos nuestro huerto escolar

Comenzamos un nuevo curso y decidimos primero poner a punto el huerto infantil. Antes del verano lo dejamos cubierto para impedir la entrada de los gatos (les encanta escarbar el sustrato (“tierra”) de los contenedores).

Hoy le tocaba al alumnado de 3º de Primaria visitar el huerto y colaborar en las primeras tareas a realizar, y así dejarlo todo preparado para los nuevos cultivos de otoño-invierno.

Lo primero que había que hacer era abonar los contenedores, volver a reponer los nutrientes para que crezcan las plantas. Como nuestro huerto escolar, sigue los principios de la agricultura ecológica, utilizamos abono orgánico (compost de caballo).

Se hicieron turnos de trabajo, mientras unos añadían el abono y lo repartían por todo el contenedor, otros lo removían para mezclarlo de forma homogénea. Aprovechamos también para airear el sustrato y dejarlo más esponjoso, y así favorecer el desarrollo de las raíces de los nuevos cultivos.

Después lo regamos un poco para humedecer el sustrato con el abono y asentarlo.

Ya estaba todo preparado para la siembra y trasplante de los cultivos.

Tal como hicimos, el curso pasado, fuimos a un vivero cercano al cole y compramos los planteles, para hacer el trasplante, y las semillas, para la siembra directa de hortalizas de raíz.

Esta vez para la elección de las plantas, también elegimos cultivos con diferente aprovechamiento, para enseñar a los alumnos qué parte de la planta se come: la flor de la coliflor, el bulbo de la cebolla, las hojas de la lechuga, la raíz de las zanahorias y rabanitos...

También consideramos cultivar plantas aromáticas por su función de ayudar a los cultivos frente a plagas (orégano, hierbabuena, manzanilla, poleo) y combinamos los cultivos para que fueran compatibles entre sí y favorecer su crecimiento.

Antes de realizar el trasplante, distribuimos los planteles en ambos contenedores en función de la distancia que necesitan para desarrollarse, sin competir por el espacio.

La siembra y el trasplante la realizaron esta vez nuestros profes, en su horario destinado a los cursos de formación. Ellos también se forman en temas agrarios para poder trasladar el conocimiento a sus alumnos.

Una vez realizado el trasplante y la siembra, se regó y protegimos los planteles de los pájaros, con botellas de plástico abiertas, a la vez que hace de efecto invernadero. En el lugar destinado a la siembra de zanahorias y rabanitos, lo cubrimos también con botellas de plástico pero abiertas de forma longitudinal, como si fuera un mini túnel, para aguantar la temperatura y la humedad durante el fin de semana.

Y así quedó todo plantado en el huerto infantil.